MI POESIA
Anduvo mi poesía
cuando niño en mis juguetes,
en mi muñeco de trapo,
mi tren y mi barrilete...
y en mi perro y en las lágrimas
que derramé por su muerte.
Siempre estuvo junto a mí
y, aunque nunca pude verla,
la presentí en mi ventana
al llegar la primavera...
Y cuando pasó la lluvia,
en el olor de la tierra.
Supe que anduvo en la finca
volando entre los ciruelos,
recorrió la viña baja,
el parral y los cerezos...
y se acostó entre la alfalfa
con la mirada hacia el cielo.
Revisó la vieja casa
donde vivía el abuelo,
entre las gruesas paredes
manchadas de lluvia y tiempo,
y en la silla mecedora
donde descansaba el viejo.
Una tarde de verano
quiso refrescar su fuego
en el horario de riego
de una trinchera de álamos
... y la bebí con la mano,
junto al agua del canal.
... Y desde entonces fue mía.
Corre y recorre mis venas;
sangra conmigo mis penas;
ríe si siento alegría
y se enamora conmigo,
y por mi boca suspira.
Estuvo en esos amores
que duelen por ser primeros
y buscó rimas difíciles
para completar mis versos
... y me quedé con las rimas...
y una lágrima en el pecho.
Me acompañó en mi aventura
en esas tardes de invierno
cazando palomas turcas
de la mano de mi viejo...
cuando tenerlo era fácil...
y morir era algo ajeno.
Hoy la veo reflejada
en los ojos de mi niña
diciéndome: - Ya no temas,
me quedaré en esta vida;
sabrás que estoy a su lado,
cada vez que ella sonría.
Y a veces, cuando la tarde
me trae su melancolía,
al ver el sol que se apaga,
como se apaga mi vida,
siento que aprieta mi mano...
mi amiga... la poesía..
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