El hombre de 47 años que permanecía internado desde el 9 de noviembre en el Hospital Schestakow tras haberse contagiado de Botulismo Tipo “A”, falleció este domingo a causa de un severo cuadro de insuficiencia respiratoria. La víctima se contagio tras consumir pepinillos contaminado.
Sergio Burim de 47 años, oriundo del distrito de Bowen, quien se encontraba internado en grave estado en el Servicio de Terapia Intensiva del nosocomio local, había ingresado el pasado 9 de noviembre a la guardia con un cuadro de botulismo, posteriormente confirmado por el laboratorio de la UNCuyo, tras consumido pepinos en conserva.
“El estado del paciente era delicado y su recuperación lenta dado el cuadro de dificultad respiratoria grave por la debilidad neuromuscular que produce este tipo de enfermedad. Lamentablemente no pudo superarlo y falleció este domingo”, confirmó el Dr Armando
¿Qué es el Botulismo?
El botulismo es una enfermedad causada por la ingestión de la toxina, que genera una intoxicación alimentaría, de una bacteria llamada Clostridium Botulinum. La misma, produce un cuadro grave de parálisis en algunos nervios y músculos del cuerpo. Se desarrolla en los alimentos en medios donde no hay oxígeno, tales como enlatados y conservas. Pero la espora del C. Botulimun puede aparecer en medios con oxígeno.
La presencia de toxina botulínica no siempre se acompaña de alteraciones en el aspecto, olor o sabor de los alimentos aunque cuando los niveles de contaminación son altos se puede ver hinchazón de latas, gas y sentir mal sabor
El tratamiento térmico debe ser el correcto, la bacteria se muere a los 100 a.C. Y la espora del Clostridium muere al calentar 3 veces a 100 a.C. El bajo pH y el agregado de NaCl o nitritos son factores que, sumados, multiplican su acción protectora.
La forma de acción de la toxina es bloquear la liberación de una sustancia llamada acetilcolina en las terminaciones de los nervios, con lo que paraliza los músculos y puede llevar a la muerte por paralizar el músculo diafragma, encargado del movimiento respiratorio. Los cuidados intensivos han conseguido disminuír la mortalidad desde un 60 a un 20%.
Los Síntomas
Los síntomas pueden aparecer en 6 horas, o pueden tardar hasta 6 días. El período de incubación más común es de 18 a 36 horas. Cuanto antes comienzan los síntomas, más grave suele ser la intoxicación. La evolución de la enfermedad va a depender de la rapidez en la atención médica y en el establecimiento de un respirador artificial.
Los síntomas más frecuentes son boca seca, visión doble, dificultad para tragar y para pronunciar las palabras, parálisis de las extremidades, tórax inmóvil, con dificultades para respirar. Suele haber náuseas, vómitos, retorcijones y diarrea, pero no fiebre.
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